En el mundo del consumismo como única meta en la vida, las personas en situación de calle existen como seres invisibles. Invisibles no porque sean físicamente imperceptibles a nuestros ojos sino invisibles porque no queremos saber de los problemas ni los sufrimientos de ellos. Tenemos suficientes problemas como no tener dinero para salir de viaje, ir a eventos, comprar ropa o no tener suficientes likes. De éste egoísmo se desprende una parte de la sociedad que vive en la miseria, personas que son juzgadas por ser culpables de su propia desgracia y por lo tanto merecedores de su realidad y también merecedores de nuestra indiferencia, ellos son los invisibles de la modernidad.