Esta obra hace parte de una serie de dibujos que nacen de una reflexión reciente sobre el territorio personal. Ese espacio vital que construimos a través, no sólo del ejercicio de habitarlo, sino de darle sentido en el tiempo, afectándolo desde su uso cotidiano.
Es un dibujo en el que abordo territorios individuales que nunca se vuelven uno colectivo, territorios que permanecen ajenos, y que ni siquiera se reconocen uno al otro.