Una pintura realizada con espátula y las yemas de los dedos.
"Con las pupilas dilatadas, cada vez que percibo los colores de este mundo. Con el corazón acelerado, cada vez que me lanzo al vacío. Con la temperatura elevada, cuando saboreo cada instante en presencia. Con la piel erizada, al tocar todo eso que deseo. Con la respiración profunda, marcando el ritmo de la vida.
Si no es así, no quiero vivir."
Sobre el artista
Desde niña supe que tenía un talento único para llevar color y alegría a la vida de las personas a través de mi obra.