Es recurrente encontrar la frase anterior en libros, exposiciones o en el cuerpo mismo de textos que describen, analizan o critican alguna de las disciplinas artísticas de las artes visuales. En esta oportunidad, utilizo la frase no para referirme en sí, a que mi obra es un reflejo de una experiencia espacio-temporal específica que define y determina a un grupo de personas, sino porque la problemática artística y visual que me ataña, que me apasiona y me intereza investigar artísticamente es, el tiempo y sus diversas manifestaciones en la representación visual.
La representación del transcurrir del tiempo mediante el registro del desvanecimiento de las cosas, de la descomposioón, de la putrefacción, o bien, de la captura del instante, de la elongación de la forma en la figura, de la variación del color y por supuesto del significante invertido que se puede encontrarse en imagenes detalladas sobre este fenómeno hasta su abstracción figurativa