La pesca ha sido históricamente una labor liderada por los hombres, pero con el conflicto armado en Colombia muchos hombres que fueron secuestrados no regresaros a sus hogares. Tras esto, muchas mujeres se convirtieron en cabeza de hogar teniendo que aprender a lanzar la atarraya para sustentar a sus familias, pero así mismo el río les recuerda cada día que sus familiares podrían estar en sus aguas.
Recuperar el río y la región no solo es necesario para el medio ambiente, el río es símbolo de resiliencia de las personas que allí habitan, pero también de la memoria de los que ya no están.
Esta obra es una representación de las mujeres que se levantan cada a continuar con la tradición pesquera de sus familias y, a pesar del dolor, a rendir homenaje a sus familiares que podrían aún estar en sus aguas.
Sobre el artista
Considero el arte como el mejor medio para la exteriorización de emociones y es la mejor terapia para alimentar el espíritu.