¿Qué somos frente a lo eterno? El sentimiento de criatura nos llega de golpe y todas las ilusiones que tanto nos esforzamos por construir para sentirnos únicos y especiales se desmoronan. La apuesta por el conocimiento, algunas veces, devora la parte emotiva dejándonos ver que la singularidad está precisamente en esa dimensión pasional con la que nos vinculamos con el mundo. La pertenencia y la diferencia son manifestaciones de un apego emotivo a las cosas que, si desaparece, deja paso a la clara conciencia de ser una partícula de polvo más en el conjunto.