Pensando en la necesidad de cuidado y protección que necesita la madre naturaleza surgió esta obra.
Inspirada en la dama del ajedrez “reina” como una analogía de la figura materna que representa, el poder femenino y su capacidad para dar vida.
Nos recuerda la protección y el cuidado que nuestras madres nos brindan siempre, llenándonos de amor y abrazándonos con su abrigo.
Es una invitación a reflexionar sobre qué tanto cariño y cuidado les estamos dando en estos momentos.
Una buena oportunidad para entregar esos abrazos que tanto nuestra madre biológica, como la madre naturaleza necesita.
Sobre el artista
Obras hechas con el alma, fruto del equilibrio entre el movimiento y la calma.