Esos nudos trágicos que se me hacen en la cabeza y que obligan a salir a todos mis "yo" posibles al tiempo, en una mezcla de emociones amarradas entre sí, que da vueltas y vueltas como una trenza que al intentar desenredarse, sólo genera más nudos. Este, un dolor de cabeza catártico del día a día en el que pareciera que ser tan sensible tiene sus consecuencias, así como sus premios luego del dolor.